Las PERSONAS
QUIÉNES SOMOS
La familia Diego se establece en la finca La Jarradilla en la posguerra, cuando Máximo y Gregoria trasladan su actividad desde los montes de Valvanuz a la ribera del río Pisueña en Barcenilla.
La pequeña cabaña de entonces sería el punto de partida. Las generaciones posteriores hemos innovado sobre la ganadería y, para poder seguir viviendo en los Valles Pasiegos, aprovechando los recursos del medio rural, apostamos por la diversificación, transformando la leche en los quesos y mantequillas que se elaboraran en la casa familiar durante generaciones.
Durante más de tres décadas, nos hemos centrado en orientar la leche hacia la transformación quesera mediante prácticas ganaderas, alimentación y cuidado del ganado, alejándonos de los rendimientos, los costes, las innovaciones innecesarias…
En nuestros productos se puede percibir la esencia de los sabores antiguos que perviven en las recetas tradicionales, una esencia que se fusiona con el espíritu innovador y emprendedor que caracterizó siempre a los pasiegos, más allá de las tópicas imágenes de arcaísmo.
Con la experiencia vivida, nos vemos comprometidos a preservar y divulgar nuestras tradiciones con la artesanía como medio de comunicación.